Soy una Comunicadora Social de Buenos Aires, Argentina.
Resulta que todo esto comienza en marzo de 2009 cuando inicio un viaje por Latinoamérica con la intención de conocer el continente y la gente que lo habita.
Luego de siete meses en México, llegué a Centroamérica y por casualidad tomé contacto con organizaciones de arte comunitario de la Red Caleidoscopio y MARACA. Ellos me invitaron a participar del Encuentro Latinoamericano de Juventud y Arte Comunitario (organizado por Caja Lúdica en la Ciudad de Guatemala), el Festival Artístico Cultural Chalateco (organizado por Tiempos Nuevos Teatro en San Antonio los Ranchos, El Salvador), el Encuentro Anual de Peñas (organizado por la Guanared, en Guanacaste, Costa Rica) y en el Festival Berrinche Ambiental (organizado por la Escuela de la Comedia y Mimo en Granada, Nicaragua).
Continué mi viaje hasta Panamá y de ahí, 11 meses después de la partida, me volví a Buenos Aires de visita.
A los cinco meses, en julio de 2010, estaba nuevamente en México para continuar con el camino. Pasé por México, Belice, Guatemala y El Salvador.
El 11 de octubre llegué a Colombia sintiendo más que nunca como el sueño de conocer el continente se estaba cumpliendo.
Con el inicio del nuevo año, y luego de dos meses en el país, crucé a Ecuador convencida de la nobleza, amabilidad y espíritu de lucha de los "parceros" colombianos; quedaba poco tiempo para el regreso a Buenos Aires y aún me esperaban tres países para terminar de escribir la historia de mi viaje.
En Ecuador y Perú volví a conectarme más intensamente con mi espíritu aventurero y nómade, y en Bolivia me maravillé con lo que me reservaba el final: ese mágico caos boliviano cerró el círculo haciéndome sentir que nada estaba terminando, que el camino seguía, que Latinoamérica ya había cambiado mi vida y que estaría siempre ahí, esperando por mí.
* Luego de mi regreso, volqué mucha de la información en diversas colaboraciones periodísticas. Pueden acceder a ellas en la pestaña "Para leer".
Resulta que todo esto comienza en marzo de 2009 cuando inicio un viaje por Latinoamérica con la intención de conocer el continente y la gente que lo habita.
Luego de siete meses en México, llegué a Centroamérica y por casualidad tomé contacto con organizaciones de arte comunitario de la Red Caleidoscopio y MARACA. Ellos me invitaron a participar del Encuentro Latinoamericano de Juventud y Arte Comunitario (organizado por Caja Lúdica en la Ciudad de Guatemala), el Festival Artístico Cultural Chalateco (organizado por Tiempos Nuevos Teatro en San Antonio los Ranchos, El Salvador), el Encuentro Anual de Peñas (organizado por la Guanared, en Guanacaste, Costa Rica) y en el Festival Berrinche Ambiental (organizado por la Escuela de la Comedia y Mimo en Granada, Nicaragua).
Continué mi viaje hasta Panamá y de ahí, 11 meses después de la partida, me volví a Buenos Aires de visita.
A los cinco meses, en julio de 2010, estaba nuevamente en México para continuar con el camino. Pasé por México, Belice, Guatemala y El Salvador.
El 11 de octubre llegué a Colombia sintiendo más que nunca como el sueño de conocer el continente se estaba cumpliendo.
Con el inicio del nuevo año, y luego de dos meses en el país, crucé a Ecuador convencida de la nobleza, amabilidad y espíritu de lucha de los "parceros" colombianos; quedaba poco tiempo para el regreso a Buenos Aires y aún me esperaban tres países para terminar de escribir la historia de mi viaje.
En Ecuador y Perú volví a conectarme más intensamente con mi espíritu aventurero y nómade, y en Bolivia me maravillé con lo que me reservaba el final: ese mágico caos boliviano cerró el círculo haciéndome sentir que nada estaba terminando, que el camino seguía, que Latinoamérica ya había cambiado mi vida y que estaría siempre ahí, esperando por mí.
* Luego de mi regreso, volqué mucha de la información en diversas colaboraciones periodísticas. Pueden acceder a ellas en la pestaña "Para leer".
