México



Mágica isla

Isla Holbox
Esta segunda parte del viaje comenzó en el mismo lugar donde inició la primera: Cancún.
Llegué directo desde Buenos Aires a México y esos primeros días fueron un tanto complicados: me robaron y me enfermé del estómago a los dos días de arribada!
Superado el mal trago y con el apoyo de los amigos, partí para la isla Holbox, a tres horas en bus y 20 minutos de barquito de Cancún.
Respecto a experiencias comunicacionales/comunitarias en México, esta vez no tengo mucho que comentar. Solamente y para no ahondar en relatos mas personales, quiero contar el encuentro con Marcela y Adriano.
La Chela y el Adri, como les dicen,  son una pareja de argentinos que vienen viajando por tierra desde Buenos Aires. Salieron hace cinco años y recorrieron 13 países (incluyendo el norte de Argentina y Cuba).
Mis días en la isla (donde trabajé de camarera en el bar de un hotel y por la tarde vendí mis humildes artesanias) los compartí con ellos y otros amigos muy lindos; y durante tres noches consecutivas tuve la alegría de poder escuchar los relatos de Chela y Adri sobre su maravilloso viaje. Instalados en el parque central de Holbox y con mate de por medio, me fueron contando desde el día uno hasta la actualidad de su largo camino.
Adri es profe de historia y Marcela es economista. Vivían cómodos en Buenos Aires, cuando a sus 30 años, decidieron dejar todo para salir a viajar y cumplir el sueño de conocer el continente (parece que es un sueño que compartimos muchos argentinos, no?). Al partir, nunca pensaron que el camino los llevaría tan profunda e intensamente como para acumular cinco años de experiencias.
Para sobrevivir vendieron las fotos que Adri sacaba, se convirtieron en artesanos, músicos y hasta en vendedores ambulantes (Chela vendió sahumerios en Bolivia, y un día, un poco distraída terminó en la propia oficina de migración ofreciendo sus productos. Casi la deportan).
Vivieron en comunidad en Venezuela; compartieron tres meses en una alejada aldea en Ecuador donde brindaron talleres de educación popular a esa pequeña población olvidada por maestros y autoridades; superaron asaltos y amenazas varias y principalmente formaron parte de varias familas de viajeros. Porque como dice Chela: "el viaje es una viaje de personas que nos atravesaron, no es un viaje de paisajes. La verdadera experiencia comienza cuando dejás que ella te transforme". Y yo agrego: cuando a través de la forma de ser, la cultura y las costumbres de las personas que habitan cada lugar, uno mismo puede dejar de ser quien es para descubrir quién puede ser".

Sin dudas que así resultó para ellos. Cada relato que me compartieron fue acompañado de risas y algunas lágrimas. Recordaron los primeros tiempos, los encuentros, las alegrías, las despedidas, las sorpresas y las tristezas.
Fue muy lindo revivir junto a ellos esos cinco años de tanta vida intensamente vivida. Les agradezco por compartilo y por tener el honor de ser la primera persona a la que le contaron todo el viaje entero.
  
Así transcurrió mi mes en México. Fueron días hermosos, de sol, playa, trabajo y principalmente mucha amistad, mucha gente linda con la que compartir.
De Holbox me volví a Cancún a despedirme de los amigos y pocos días después comencé el camino para llegar a Chetumal, la ciudad fronteriza entre México y Belice. En este país centroamericano me esperaban mi amiga Claudia y todos los chicos de Caracol, la experiencia que impulsan en Arenal, una aldea ubicada en la frontera entre Belice y Guatemala.   

Más info de México (recopilación del recorrido del año pasado)

Oaxaca

Iglesia Santo Domingo
Cultural y artísticamente esta ciudad tiene mucho para ofrecer: recuerdo especialmente la Biblioteca de Artes Gráficas de Oaxaca, el Centro Cultural Santo Domingo, el Centro Fotográfico Manuel Alvarez Bravo y la Casa de la Ciudad de Oaxaca, entre otros.
Luego del interés que me despertó el tema de la curandería mexicana en la casa de la particular chamana Doña Catalina en San José del Pacífico (Oaxaca), leí en la Biblioteca el libro Vida, biografía de María Sabina de Alvaro Estrada.
Acá está la info de María Sabina, el ícono mexicano sobre la curandería y los hongos sagrados, que publiqué en el otro blog:

*Las fotos de muestras y museos de Oaxaca están en el link Foto galería.

San Cristobal de las Casas

Mural en Oventic
Durante mi estadia en Sancris tomé clases de alfarería, zapatería y fui al seminarío semanal en el CIDECI, el Centro Indígena de Capacitación Integral, que ofrece, entre otras cosas, formación gratuita en oficios a los jóvenes de las comunidades indígenas cercanas.
También conocí Oventic, uno de los cinco caracoles del EZLN.

Libros:
-La marcha del color de la tierra. Comunicados, cartas y mensajes del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. 2001
-20 Y 10 el fuego y la palabra. Gloria Muñoz Ramirez. Ediciones Rebeldia y La Jornada. 2003
-La revolución teórica del Zapatismo y Pensamiento decolonial. Dr Walter D. Mignolo. Editorial CIDECI

*Las fotos de Oventic están en el link Foto galería.

Algunas organizaciones comunitarias
Como dije, esta vez estuve muy poco tiempo en México. Sin embargo, quiero compartirles el trabajo que realizan dos grupos que conocí en 2009 en el Encuentro Latinoamericano de Juventud y Arte Comunitario en Guatemala.

-Graffitiarte
Ciudad de México
http://graffitiarte.org/

-Laboratorio Escénico.
Revista de arte. De Xalapa, México.

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